http://dx.doi.org/10.1016/j.cya.2015.12.004
Artículo de
Investigación
Los efectos de
largo plazo de la asimetría y persistencia en la predicción de la volatilidad:
evidencia para mercados accionarios de América Latina
The long-run effects of the asymmetry and persistency
in forecasting process of the volatility: Regional evidence for Latin America
stock markets
Raúl de Jesús Gutiérrez1
Edgar Ortiz Calisto2
Oswaldo García Salgado1
1 Universidad
Autónoma del Estado de México, México
2 Universidad
Nacional Autónoma de México, México
Autor
para correspondencia: Raúl de Jesús
Gutiérrez, email: rjg2005mx@yahoo.com.mx
Resumen
Este trabajo propone
una extensión al modelo CGARCH a fin de recoger las características de asimetría
y persistencia de largo plazo, e investiga sus efectos en el modelado y
predicción de la volatilidad condicional de los mercados accionarios de la
región de América Latina en el periodo del 2 de enero de 1992 al 31 de
diciembre de 2014. En el análisis dentro de la muestra, los resultados
estimados de la familia de modelos CGARCH indican la presencia de efectos
asimétricos significativos y persistencia de corto y largo plazos en la
estructura de la volatilidad de los rendimientos accionarios. Los resultados
empíricos también muestran que el uso de medidas simétricas y asimétricas y la
prueba estadística de Hansen (2005) son excelentes alternativas para evaluar el
poder predictivo de los modelos CGARCH asimétricos. La incorporación de la
asimetría y persistencia de largo plazo en la ecuación de la varianza mejora
significativamente las predicciones de la volatilidad fuera de la muestra para
los mercados accionarios emergentes de Argentina y México.
Palabras clave: Volatilidad asimétrica, Mercados accionarios
emergentes, Medidas de errores, simétricas y asimétricas, Prueba de poder
predictivo superior
Códigos JEL: C22, C32, C51, C52.
Abstract
This
article proposes an extension to the CGARCH model in order to capture the
characteristics of short-run and long-run asymmetry and persistence, and
examine their effects in modeling and forecasting the conditional volatility of
the stock markets from the region of Latin America during the period from 2
January 1992 to 31 December 2014. In the sample analysis, the estimation
results of the CGARCH-class model family reveal the presence of short-run and
long-run significant asymmetric effects and long-run persistency in the
structure of stock price return volatility. The empirical results also show
that the use of symmetric and asymmetric loss functions and the statistical
test of Hansen (2005) are sound alternatives for evaluating the predictive
ability of the asymmetric CGARCH models. In addition, the inclusion of long-run
asymmetry and long-run persistency in the variance equation improves
significantly the out of sample volatility forecasts for emerging stock markets
of Argentina and Mexico.
Keywords: Asymmetric volatility, Emerging stock markets,
Symmetric and asymmetric loss functions, Superior predictive ability test.
JEL classification: C22, C32, C51, C52.
Recibido en 03/07/2015
Aceptado en 04/12/2015
Introducción
El nuevo milenio ha sido testigo de la transformación y
rápido crecimiento de los mercados accionarios en las economías emergentes. En
el contexto de globalización e integración financiera, los mercados accionarios
de América Latina han experimentado asombrosas tasas de crecimiento por encima
de las economías desarrolladas, en gran parte gracias a las reformas
implementadas por autoridades de la región a finales de los años ochenta y
principios de los noventa que contribuyeron a la liberalización de los mercados
de capital, lo que favoreció la captación de importantes flujos de inversión
extranjera hacia estos mercados emergentes y significó cambios fundamentales en
sus estructuras financieras ( Bekaert y
Harvey, 2003 ). Así mismo, la mayor presencia de inversionistas
institucionales para administrar los sistemas de ahorro para el retiro
constituye por mucho otro de los factores imprescindibles que explican la
reciente evolución de los mercados accionarios de la región de América Latina.
Sin embargo, la creciente incertidumbre
internacional generada por la crisis financiera global de Estados Unidos y la
crisis de deuda soberana de Europa ha interrumpido el dinámico desempeño
financiero en los mercados accionarios emergentes con fuertes ajustes a la baja
de las cotizaciones bursátiles. La naturaleza global de las recientes crisis
financieras se ha caracterizado por la escasez de liquidez, incremento del
riesgo y alta volatilidad, lo que ha afectado negativamente los rendimientos de
los participantes en mercados accionarios emergentes con economías frágiles y
diferentes características estructurales en sus sistemas financieros en
comparación a la estructura más liquida y eficiente de los países desarrollados
( Yang, Hsiao,
Li y Wang, 2006).
En periodos de turbulencia financiera el
comportamiento de la volatilidad suele ser más persistente antes de alcanzar su
nivel más bajo. Este fenómeno típico de los mercados accionarios emergentes
generalmente se atribuye a importantes factores macroeconómicos, como
fluctuaciones erráticas de los tipos de cambio, crisis financieras y
desequilibrios en los sistemas económicos y políticos ( Caner y Onder, 2005; Abrugi, 2008; Ikoku, Chukwunonso y Okany, 2014 ). Así, en periodos
largos de inestabilidad la presencia de nueva información ha sido considerada
por expertos y académicos como la principal fuente de volatilidad y
vulnerabilidad en los mercados financieros internacionales en las últimas
décadas ( Engle, Ghysels y Sohn,
2013; Vitor, 2015 ). Consiguientemente, la tarea de entender el
comportamiento natural de la volatilidad y su intensidad en los mercados
accionarios emergentes se ha convertido en un desafío y prioridad entre los
académicos, instituciones financieras, inversionistas individuales e
institucionales, porque cuando la volatilidad se define como el principal
indicador de la incertidumbre, al mismo tiempo se transforma en un componente
clave en el proceso de la toma de decisiones.
El modelado y predicción apropiada de la
volatilidad es un factor importante en la selección y administración de
portafolios convencionales, por el simple hecho de que los inversionistas
institucionales e intermediarios financieros la utilizan como parámetro en la
determinación del nivel de riesgo que están dispuestos a aceptar durante el
horizonte de tiempo de la inversión, en tanto que en la administración de
riesgos y determinación óptima de reservas de capital coadyuva a estimar y
solventar las pérdidas de la posiciones de mercado de las instituciones
financieras ante cambios inesperados en los factores de riesgo. También, la
correcta estimación de la estructura de la volatilidad es fundamental en la
implementación de modelos de valuación para las primas de las opciones
financieras, porque los operadores requieren del conocimiento de ella para
monitorear la dinámica del activo subyacente desde que se inicia el contrato
hasta su vencimiento. Finalmente, el pronóstico razonable de la volatilidad
puede servir como termómetro del grado de vulnerabilidad y fragilidad de los
sistemas financieros y, por ende, de la eficiente asignación de capital en
mercados accionarios altamente volátiles.
Desde la publicación del trabajo seminal
de Engle (1982) , el modelo autorregresivo
de heterocedasticidad condicional, y su extensión
generalizada por Bollerslev (1986) en el modelo GARCH, han sido
reconocidos en la literatura financiera moderna para explicar las
características de la volatilidad en las series financieras de frecuencia alta,
comúnmente conocidas como volatilidad en aglomeraciones1, persistencia y el incuestionable exceso de curtosis.
Aunque existen bastantes estudios que favorecen el desempeño de los modelos
GARCH para la predicción de la volatilidad ( Brailsford y Faff, 1996; Andersen y Bollerslev, 1998; McMillan, Speight y Apgwilym, 2000; McMillan y Speigth, 2004 ),
los resultados empíricos aún no son convincentes en cuanto al poder predictivo
fuera de la muestra. Para los mercados accionarios de Tokio y Singapur, Tse (1991) y Tse y Tung (1992)
proporcionan sólida evidencia empírica en contra del desempeño de los modelos
GARCH en la predicción de la volatilidad fuera de la muestra. Asimismo, Figlewski (1997)
sustenta que los modelos de promedios móviles reportan mejores predicciones de
la volatilidad fuera de la muestra. Estudios recientes basados en el
estadístico de bi-correlación (Hinch-Portmanteau)
muestran la ineficiencia de los modelos GARCH para mostrar la estructura
estadística de los mercados accionarios de América Latina y Asia ( Lim, Melvin, Hinich y Liew, 2005; Bonilla y Sepúlveda, 2011 ).
Otra de las debilidades del modelo GARCH,
que afecta la estimación y predicción de la volatilidad condicional, se refiere
a la asimetría de los choques positivos y negativos de la misma magnitud o
efecto de apalancamiento. Black
(1976) fue de los primeros en discutir el problema de la asimetría
en la volatilidad, al demostrar que las malas noticias intensifican el nivel de
la volatilidad y las buenas noticias la disminuyen. Desde entonces, varios
modelos de volatilidad asimétrica se han desarrollado para recoger el impacto
asimétrico de la información reciente en el mercado; entre ellos se mencionan
el modelo GARCH exponencial (EGARCH) de Nelson (1991) y el modelo GARCH-GJR
desarrollado por Glosten,
Jaganathan y Runkle (1993) .
El estudio de la volatilidad asimétrica en
los mercados accionarios de economías emergentes es aún limitado en la
literatura en comparación con los países industrializados, particularmente en
la región de América Latina. López
(2004) evalúa el desempeño predictivo de una familia de modelos
ARCH, y encontró evidencia de que el modelo EGARCH proporciona el mejor ajuste
para explicar la dinámica de la volatilidad futura de los rendimientos del
Índice de Precios y Cotizaciones de la Bolsa Mexicana de Valores bajo
diferentes medidas de errores predictivos, aunque sus resultados no tienen un
sustento estadístico robusto. Alberg, Shalit y Yosef (2008) asumen diferentes
distribuciones en las innovaciones de los rendimientos, y demuestran que los
modelos GARCH asimétricos presentan el mejor desempeño de predicción para
recoger las características de la volatilidad asimétrica y persistencia en el
mercado accionario de Israel. Para los mercados accionarios de Sudán y Turquía,
Ahmed y Suliman
(2011) y Gökbulut y
Pekkaya (2014) confirman un elevado grado de persistencia en el
proceso de la varianza y la presencia de efectos de apalancamiento en los
rendimientos accionarios. En fases de relativa calma del mercado accionario de
Malasia, Lim y Sek (2013)
confirmaron el poder predictivo del modelo GARCH; sin embargo, en periodos de
crisis se ve superado por las especificaciones asimétricas.
En su mayoría, la evidencia empírica
señala que los modelos GARCH asimétricos se encuentran abiertos, en teoría, a
la interpretación natural del comportamiento de la magnitud de los efectos asimétricos
y persistencia de choques en la volatilidad temporal. No obstante,
investigaciones recientes han documentado ampliamente que los mercados
accionarios emergentes están más expuestos a experimentar eventos
extraordinarios como devaluaciones cambiarias ( Chue y Cook, 2008, Walid, Chaker, Masoud
y Fry, 2011 ); crisis financieras (Llaudes, Salman y Chivakul, 2010
); desplomes bursátiles y especulación ( Khwaja y Mian, 2005; Brugger, 2010 ),
y cambios políticos y sociales ( Chen, Bin y Chen, 2005 ). En
este respecto, el efecto contagio de crisis bursátiles de mercados maduros
hacia mercados accionarios emergentes es un factor clave que detona mayor
volatilidad y efectos negativos en estos mercados ( Tasdemir y Yalama, 2014 ). La duración de este
tipo de eventos no solo genera información negativa de pánico entre los
inversionistas para apresurarlos a liquidar sus portafolios, sino también
cambios bruscos en la estructura de la volatilidad en el corto y largo plazos,
lo que reduce la capacidad de los modelos GARCH, EGARCH y GARCH-GJR para
recoger la asimetría y el grado persistencia en el largo.
Desde un marco de heterocedasticidad
condicional autorregresiva, Engle y Lee (1999) propusieron el modelo GARCH de 2
componentes (CGARCH) para estudiar el grado de persistencia en la estructura de
la volatilidad; su principal bondad es la capacidad para descomponer la
volatilidad condicional en 2 componentes: temporal (corto plazo) y permanente
(largo plazo), ante la presencia de operadores racionales heterogéneos o
información heterogénea. El componente permanente, modelado como el proceso de
largo plazo o tendencia, representa el impacto de las innovaciones generado por
cambios esperados en los fundamentos económicos y que presenta el
comportamiento de la persistencia en la volatilidad en el largo plazo. En cambio,
el componente temporal tiene la función de recoger las fluctuaciones de eventos
aleatorios o choques desestabilizadores que experimentan frecuentemente los
mercados financieros. Esto es, desviaciones en el nivel de equilibrio de la
volatilidad en el largo plazo. Aunque Christoffersen,
Jacobs, Ornthanalai y Wang
(2008) han aportado argumentos concluyentes sobre el poder
predictivo de la especificación CGARCH para mostrar la dinámica de la
volatilidad. Sin embargo, aún existe la preocupación al momento de pronosticar
la volatilidad condicional fuera de la muestra, porque la especificación
estándar omite por completo el impacto de la asimetría de los choques
informacionales en el componente temporal y permanente de las varianzas.
El principal objetivo de este trabajo es
extender el modelo CGARCH para analizar la importancia de la información
asimétrica y persistencia de largo plazo, e investigar su efecto en el modelado
y predicción de la volatilidad condicional. El estudio aporta importantes
contribuciones a la literatura. En primer lugar, el modelo CGARCH se extiende
para recoger los efectos de asimetría y persistencia en el corto y largo plazos
bajo los procesos EGARCH y TGARCH. Segundo, los modelos CGARCH asimétricos son
ajustados para predecir la volatilidad de los rendimientos de los 6 mercados
accionarios emergentes más importantes de la región de América Latina en el
periodo del 2 de enero de 1992 al 31 de diciembre de 2014. Tercero, el
desempeño fuera de la muestra de los modelos GARCH estándar, CGARCH y CGARCH
asimétricos se evalúa en el periodo 2010-2014 y bajo 4 medidas de errores
predictivos a través de la prueba de poder predictivo superior de Hansen (2005).
Los resultados empíricos dentro de la
muestra revelan que en los rendimientos de los mercados accionarios de la
región de América Latina se observan efectos de asimetría y persistencia en el
corto y largo plazos en la estructura de la volatilidad, particularmente en los
países de Chile, Colombia, Perú y México. Estos hallazgos sustentan que choques
negativos como crisis financieras y desplomes bursátiles incrementan la
volatilidad de corto y largo plazos. Los resultados robustos de la prueba de
poder predictivo superior respalda el poder predictivo de los modelos CGARCH
asimétricos para predecir la volatilidad fuera de la muestra en los mercados
accionarios de Argentina y México.
El resto del trabajo está estructurado de
la siguiente forma: la siguiente sección resume la metodología que incluye los
modelos CGARCH simétricos y asimétricos, las medidas de errores y la prueba de
poder predictivo superior para la evaluación de los modelos de volatilidad.
Posteriormente se presenta la descripción de los datos y se resumen los
principales hallazgos obtenidos, para acabar con las conclusiones finales.
Modelos GARCH de dos
componentes
En esta sección se presenta otro enfoque alternativo para
capturar las características comunes de asimetría y persistencia de corto y
largo plazos en la volatilidad condicional.
Modelo GARCH estándar
El modelo GARCH (1,1) estándar propuesto por Bollerslev (1986) en la literatura sobre volatilidad es una alternativa generalizada del modelo ARCH de Engle (1982) . En este contexto, la modelación de la media condicional y varianza condicional está gobernada por:
(1)
donde μ es la media condicional, h t expresa la varianza condicional que depende de la última innovación
de los residuales cuadrados εt−12, también conocido como efecto ARCH y la
varianza condicional previa h t−1, ω es un término determinístico, y su función permite que la
varianza condicional alcance un valor positivo en la medida en que el grado de
persistencia determinado por α + β es menor a 1. El
término AR(1) o autorregresivo
de orden 1 es agregado a la ecuación de la media condicional, dado que los
rendimientos presentes están altamente correlacionados con rendimientos
distantes en el tiempo.
Una de las deficiencias del modelo GARCH
es que no permite diferenciar los patrones de decaimiento de la persistencia en
la volatilidad de corto y largo plazos, por lo que se sugiere un modelo que
logre capturar la elevada persistencia en la volatilidad.
Modelo CGARCH de
dos componentes
Engle y Lee (1999) proponen el modelo CGARCH como
alternativa para capturar la propiedad de alta persistencia en la volatilidad
de los rendimientos financieros. La aproximación permite descomponer la
volatilidad condicional en 2 componentes, y señala adecuadamente el
comportamiento de decaimiento de la persistencia en la volatilidad de corto y
largo plazos.
La especificación del modelo CGARCH (1,1)2 se define como:
(3)
donde h t indica el nivel de la volatilidad de corto plazo que captura las
innovaciones, alimentado por eventos exógenos relacionados a aspectos
económicos, geopolíticos, incluso de carácter especulativo, y que fluctúa en
forma cíclica, q t representa la volatilidad de largo plazo o tendencia, la cual
converge al nivel de la volatilidad incondicional ω a la velocidad
de α+β<δ<1. El término εt−12−ht−1 funciona como la potencia dinámica para
los movimientos de la tendencia, y la diferencia entre la varianza condicional
y su tendencia ht−1−qt−1 es el componente temporal que converge a cero a una
velocidad α+β.
El modelo CGARCH recoge los efectos de corto y largo plazos de la
persistencia, pero su capacidad se reduce ante la presencia de efectos
asimétricos, debido al hecho de que choques negativos tienen diferente impacto
en la volatilidad que choques positivos de la misma magnitud, no solo en el
corto plazo, sino también en el largo plazo.
Modelo CTGARCH
asimétrico
La
flexibilidad del modelo CGARCH permite capturar los efectos asimétricos en el
corto y largo plazos, con solo agregar parámetros de asimetría a su estructura
econométrica, esto es, utilizando los resultados de la especificación TGARCH
propuesta por Glosten et al.
(1993) . La estructura asimétrica o modelo CTGARCH captura los
efectos de asimetría de la siguiente manera:
(6)
donde la variable dummy está gobernada
por la función indicadora de Heaviside I•, la cual es
igual a 1 si ¿ t−1 < 0 y cero en cualquier otro caso. El efecto de asimetría es
observado si γ > 0 y ψ > 0, lo que indica mayor impacto de las malas noticias con valores
α+γ y ρ+ψ sobre εt−12 en el corto y largo plazos y el
efecto de las noticias optimistas es medido por α y ρ.
Modelos CEGARCH
asimétrico
Otra
extensión del modelo CGARCH para capturar los efectos asimétricos en el corto y
largo plazos es propuesta en este estudio bajo la estructura EGARCH de Nelson (1991).
El modelo CEGARCH tiene la siguiente forma:
(9)
donde los parámetros de asimetría γ y ψ son negativos, a
diferencia del modelo CTGARCH, lo que indica mayor impacto de las noticias
malas en las volatilidades de corto y largo plazos que las noticias buenas de
la misma magnitud. El efecto total en las volatilidades de corto y largo plazos
es de α−γεt−1 y ρ−ψεt−1 si ¿ t−1 < 0 y α+γεt−1 y ρ+ψεt−1 cuando ¿ t−1 > 0.
Evaluación del
desempeño predictivo de los modelos de volatilidad
En esta
sección se presentan las medidas de errores para la evaluación del desempeño
predictivo de los modelos de volatilidad. En general, este proceso se lleva a
cabo fuera de la muestra porque los participantes en los mercados accionarios
se interesan más en la capacidad de reacción de los modelos cuando llega nueva
información al mercado.
Las medidas de errores predictivos se clasifican en simétricas y
asimétricas. Entre las medidas simétricas más comunes se encuentran el error
cuadrático medio (MSE) y el error absoluto medio (MAE), las cuales son
definidas de la siguiente forma:
(12)
donde T indica el número de predicciones, h t es una variable proxy para la volatilidad
no observable, que generalmente se obtiene de los rendimientos cuadrados, y hˆt es la volatilidad estimada a través de las diferentes
especificaciones GARCH.
En un estudio analítico, Patton (2011)
demostró que estas medidas son robustas para minimizar el error predictivo. Sin
embargo, ninguna de ellas proporciona información adicional sobre la asimetría
en los errores; esto es, cuando los modelos subestiman o sobreestiman la
volatilidad no observable, por lo que la relajación de la asimetría en los
errores puede tener consecuencias trascendentales para los inversionistas
institucionales con posiciones financieras largas y cortas, así como para los
compradores y vendedores de opciones sobre índices bursátiles.
De acuerdo con Brailsford y Faff (1996) , las medidas de errores asimétricas
asignan diferente peso a las predicciones subestimadas y sobrestimadas de la
volatilidad de magnitud similar, y son definidas de la siguiente forma:
(14)
donde U y O representan las subestimaciones y sobrestimaciones, y su suma
indica el número total de predicciones, T.
Investigaciones recientes sobre predicción de la volatilidad fuera
de la muestra han demostrado empíricamente el poder de las medidas de errores
en la generación de información sobre la evaluación de los modelos estimados.
No obstante, uno de los inconvenientes de las medidas es que, a diferencia de
las pruebas de contraste de hipótesis, no permiten un análisis robusto en un
marco estadístico. Esto, debido a que no se puede concluir que el desempeño
predictivo entre 2 modelos estimados es significativamente diferente desde un
punto de vista estadístico, con el simple hecho de comparar sus errores
predictivos. Para relajar este problema, el presente trabajo emplea la prueba
de poder predictivo superior (PPS) de Hansen (2005) . Esta prueba estadística
robusta permite evaluar el desempeño de 2 o más modelos estimados, a diferencia
de las pruebas estadísticas de Diebold
y Mariano (1995) y White
(2000).
En este contexto, la evaluación predictiva de los modelos se lleva
a cabo con base en las medidas de errores, puesto que el modelo base (mejor
aproximación) es seleccionado por la medida con error predictivo más pequeño.
La prueba estadística PPS consiste en determinar el modelo con el mejor
desempeño predictivo. En el periodo t , el
desempeño predictivo superior del modelo alternativo k en
relación al modelo base se define como:
(16)
donde L 0,t es el error de predicción, como se determinó en las ecuaciones
(12), (13), (14) y (15) para el modelo base M 0, y L k,t es el error de predicción asociado a cada modelo alternativo M k .
Bajo el
supuesto de que el vector d k,t es
estrictamente estacionario, la hipótesis nula de interés, de que ninguno de los
modelos alternativos alcanza superior desempeño predictivo en relación con el
modelo base, puede plantearse como:
(17)
Aquí, el uso del estimador μk≡Edk,t
permite reducir el impacto de los modelos con desempeño predictivo débil, pero
al mismo tiempo controla el impacto de los modelos alternativos con μ k = 0, como
documentó Hansen (2005).
(18)
donde 1• es una función indicadora. Además, un resultado inmediato
del supuesto de estacionalidad es que la selección del umbral 2loglogn
garantiza la consistencia del estimador μkc para n lo
suficientemente grande, incluso para los modelos alternativos con μ k = 0.
En consecuencia, el estadístico de la hipótesis nula está definido
por:
(19)
donde ωˆk2 es un estimador consistente de ωk2≡limn→∞Varnd¯k y d¯k=n−1∑t=1ndk,t.
Para la estimación de ωk2≡limn→∞Varnd¯k
y la probabilidad del estadístico TnPPS, Hansen (2005) sugiere el
uso del procedimiento bootstrap
estacionario basado en Politis y
Romano (1994) para obtener la distribución empírica del estadístico
de contraste bajo la hipótesis nula, definido por la siguiente expresión:
(20)
donde b = 1, …, B determina el número de muestras bootstrap del vector d k,t para k = 1, …, m y gd¯k=d¯k1nd¯kωˆk≥−2loglogn. Para
obtener resultados confiables que no afecten a las muestras actuales, B debe ser muy
grande.
El valor de la probabilidad de la prueba PPS se calcula en 2
etapas. En primer lugar, se obtienen los valores del estadístico Tb,nPPS* para cada una de las
muestras bootstrap b = 1, …, B, la cual se define como
donde Z¯k,b*=n−1∑t=1nZk,b,t*,
k = 1, …, m.
Por último, los valores de los estadísticos TnPPS
y Tb,nPPS* son comparados
para obtener el valor de la probabilidad bootstrap, es decir:
(22)
La hipótesis nula se rechaza cuando las probabilidades alcanzan
valores pequeños.
Aplicación a los
mercados accionarios de América Latina
Descripción y análisis preliminar de los datos
Si bien los
mercados accionarios de los países emergentes se caracterizan por experimentar
alta volatilidad, efectos de asimetría y un elevado grado de persistencia, su
estudio se ha concentrado en el comportamiento temporal de las características
comunes de la volatilidad, por lo que hace falta un estudio sobre los efectos
de asimetría y persistencia de largo plazo en la volatilidad. El presente
trabajo investiga el efecto de la asimetría y persistencia de largo plazo en la
predicción de la volatilidad condicional utilizando los precios diarios de los
6 mercados accionarios más importantes de la región de América Latina:
Argentina, Brasil, Chile, Colombia, Perú y México3. El análisis cubre el periodo del 2 de enero de 1992 al 31 de
diciembre de 2014, con una muestra de aproximadamente 5,951 rendimientos
diarios. Las series de los precios de los índices accionarios fueron obtenidos
de la base de datos de Bloomberg.
Figura 1: Estadísticas
básicas de los rendimientos accionarios.
Nota: Las estadísticas básicas de los rendimientos de los mercados
accionarios de América Latina son expresadas en porcentajes para el periodo del
2 de enero de 1992 al 31 de diciembre de 2012. Los valores entre paréntesis
indican las probabilidades de las pruebas estadísticas Jarque-Bera,
efectos ARCH y Ljung-Box Q(10),
Q 2 (10) para los rendimientos simples y cuadrados.
Fuente: Elaboración propia con información de la base de datos de
Bloomberg.
La figura 1
presenta las estadísticas básicas de los rendimientos accionarios. Al parecer,
todos los índices accionarios presentan propiedades muy similares con
rendimientos promedios positivos, lo que se justifica por la tendencia común al
alza de los precios bursátiles durante el periodo de análisis, como se muestra
en la figura 2 . No
obstante, la desviación estándar de los rendimientos es relativamente alta, lo
que implica una mayor exposición al riesgo para los participantes en estos
mercados accionarios, particularmente en Argentina y Brasil.
Todas las
series financieras, con excepción de Argentina, muestran las características
típicas de asimetría positiva y exceso de curtosis,
lo que indica que los choques positivos son más frecuentes que los negativos y
distribuciones de rendimientos leptocúrticas, con
colas más anchas y largas que la distribución normal, en particular la cola
superior. El fenómeno de la no-normalidad de la distribución es también
confirmado por el valor del estadístico Jarque-Bera.
Con respecto a los estadísticos de Ljung-Box Q(10) para correlación serial, los resultados muestran que
la hipótesis de que no existe autocorrelación de orden 10 es rechazada por los
pequeños valores de la probabilidad, lo que confirma la presencia de
dependencia lineal en los rendimientos accionarios. Asimismo, la correlación
serial significativa estadísticamente en los rendimientos cuadrados,
determinada por Q 2 (10),
implica que existe dependencia no lineal en las series de los rendimientos de
todos los mercados accionarios.
Figura
2: Comportamiento
dinámico de los índices accionarios de América Latina.
Fuente: elaboración propia con información de la base de datos de
Bloomberg.
Además,
existe la presencia fuerte de heterocedasticidad condicional o efectos ARCH en
todas las series de los rendimientos financieros, la cual es apoyada por la
significancia del estadístico de la prueba del multiplicador de Lagrange a un nivel del 5%. Esta característica común en
los rendimientos financieros es ampliamente sustentada por la figura 3 , en donde se puede apreciar fuerte
evidencia de volatilidad en aglomeraciones. También se puede observar que la
intensidad de la volatilidad es más persistente cuando los precios de los índices
accionarios tienden a descender que cuando se incrementan.
En
conclusión, el análisis preliminar de los datos sugiere el uso de procesos
GARCH de 2 componentes que logren capturar los efectos de asimetría y el
fenómeno de persistencia de corto y largo plazos en las innovaciones de los
rendimientos accionarios.
Figura 4: Estimaciones
de los modelos de volatilidad de Argentina, Brasil y México.
Nota: Q(36) y Q2 (36)
indican los valores de los estadísticos de la prueba de Ljung-Box
para los residuales simples y cuadrados con 36 rezagos y sus probabilidades son
reportadas entre corchetes cuadrados. Los términos *, ** y *** indican
significancia al 1, al 5 y al 10%, respectivamente. Los errores estándar se
reportan entre paréntesis.
Fuente: estimaciones propias con información de la base de datos
de Bloomberg.
En este
trabajo, el modelo CGARCH de Engle y Lee
(1999) se extiende a fin de investigar si las características de
asimetría y persistencia de largo plazo ejercen efectos en la predicción de la
volatilidad condicional de los rendimientos de los mercados accionarios de la
región de América Latina. Los parámetros de los modelos de volatilidad son
estimados dentro de la muestra utilizando el periodo de estudio del 2 de enero
de 1992 al 31 de diciembre de 2009, y asumiendo que los residuales son
independientes e idénticamente distribuidos bajo una distribución normal.
Los resultados de los parámetros estimados bajo las 4 estructuras
GARCH y sus pruebas de diagnóstico sobre los residuales estandarizados simples
y cuadrados son reportados en la figura
4 para los índices de Argentina, Brasil y México y en la figura 5 para los
índices de Chile, Colombia y Perú. Los estimadores de μ que
corresponden a la especificación de la media condicional son significativos
estadísticamente a un nivel del 1%, excepto para los modelos CGARCH asimétricos
de los mercados accionarios de Argentina y Colombia. Todos los parámetros ϕ del
proceso autorregresivo de orden 1 son
positivos y significativos a un nivel del 1%. Este hecho implica que la
tendencia en los cambios de los precios accionarios se mantiene en la misma
dirección en el siguiente periodo.
Figura 5: Estimaciones
de los modelos de volatilidad de Chile, Colombia y Perú.
Nota: Q(36) y Q2 (36)
indican los valores de los estadísticos de la prueba de Ljung-Box
para los residuales simples y cuadrados con 36 rezagos y sus probabilidades son
reportadas entre corchetes cuadrados. Los términos *, ** y *** indican
significancia al 1, al 5 y al 10%, respectivamente. Los errores estándar se
reportan entre paréntesis.
Fuente: estimaciones propias con información de la base de datos
de Bloomberg.
En cuanto a
los parámetros del proceso de la varianza condicional, todos los modelos
capturan exitosamente los patrones dinámicos de la volatilidad condicional de
corto plazo: sus parámetros estimados son positivos y significativos
estadísticamente en los niveles convencionales, con la excepción del modelo
CTGARCH de los índices bursátiles de Argentina y México. La suma de los
parámetros α y β menor a la unidad indica una considerable persistencia en la
volatilidad del componente temporal, especialmente en el modelo GARCH
tradicional. De hecho, se puede observar que los coeficientes de persistencia α + β alcanzan
valores de 0.9655, 0.9770, 0.9772, 0.9787 y 0.9865 para Brasil, Argentina,
Chile, México y Perú, respectivamente, aunque los resultados de los modelos de
2 componentes basados en las especificaciones CGARCH y CTGARCH confirman lo
contrario. Las estimaciones entre 0.9555 y 0.9881 del parámetro δ , para los 6
mercados accionarios de la región de América Latina, revelan claramente que el
componente de la volatilidad de largo plazo es más persistente y decae a un
ritmo más lento que el componente de la volatilidad de corto plazo. Este hecho
se atribuye a que los valores del coeficiente de persistencia son menores a los
valores de δ , por ejemplo, 0.9266 contra 0.9874 de Chile y 0.8521 contra 0.9881
de Perú para los modelos CGARCH y CTGARCH, respectivamente. En contraste, los
resultados del modelo CEGARCH, en todos los índices bursátiles, denotan que el
componente temporal de la volatilidad es más persistente.
Considerando la significancia estadística y el signo de los
parámetros de asimetría que capturan el impacto de las noticias en el corto y
largo plazos asociados a las crisis financieras, desplomes bursátiles y/o auges
económicos, los resultados bajo el modelo CEGARCH son mixtos, puesto que se
observan efectos de asimetría en la volatilidad de corto y largo plazos para
los mercados accionarios de México y Perú, y solo el componente de la
volatilidad de largo plazo en los índices accionarios de Chile y Colombia. En
el caso del modelo CTGARCH, el parámetro positivo y significativo a un nivel
del 1% indica que existe solo asimetría en la respuesta de la volatilidad
temporal ante la presencia de crisis financieras y desplomes bursátiles para
todos los países de la región de América Latina. En consecuencia, la aplicación
de modelos CGARCH asimétricos es claramente justificada por los resultados
empíricos.
Por último, el diagnóstico de los residuales estandarizados
simples y cuadrados se reporta al final de las figuras 4 y 5 . Los resultados de las pruebas
de Ljung-Box señalan que la hipótesis nula de
ausencia de autocorrelación de orden 36 en los residuales estandarizados es
imposible rechazarla a un nivel de significancia del 5%, lo que implica
suficiente evidencia a favor de la especificación correcta de la media
condicional para explicar el comportamiento de los rendimientos de los índices
accionarios de Argentina y México. En el caso de los residuales estandarizados
cuadrados, la insignificancia de los estadísticos de Ljung-Box
confirma el buen desempeño de los modelos de volatilidad para corregir la
autocorrelación de orden 36 en la ecuación de la varianza condicional de los
rendimientos financieros de los países de Argentina y México. Estos hechos
indican que no existe evidencia estadísticamente significativa de error de
especificación en los modelos GARCH, CGARCH simétrico y asimétricos para
indicar la heterocedasticidad exhibida en estos mercados accionarios.
Evaluación fuera de la
muestra basada en la prueba de poder predictivo superior
En esta
sección, la evaluación fuera de la muestra de la precisión y eficiencia de los
modelos GARCH, CGARCH, CEGARCH y CTGARCH se lleva a cabo en el periodo del 4 de
enero de 2010 al 31 de diciembre de 2014. Los parámetros de la ecuación de la
varianza condicional son reestimados utilizando una ventana móvil de
aproximadamente 4,957 observaciones, esto es, del 2 de enero de 1992 al 31 de
diciembre de 2009, lo que implica que se remueve la observación más remota y se
agrega la observación más reciente a la muestra. La predicción obtenida se
compara con la varianza no observable o proxy para calcular el error de
predicción. El proceso es repetido hasta obtener la predicción de la varianza
condicional del 31 de diciembre de 2014 para cada mercado accionario. De esta
manera, el tamaño de la muestra se mantiene fijo durante la reestimación de los
modelos de volatilidad y las predicciones fuera de la muestra no se traslapan.
Figura 6: Resultados
de la prueba de poder predictivo superior.
Nota: Los valores en negrita indican
los modelos de volatilidad con mejor desempeño predictivo fuera de la muestra
basado en los valores pequeños de las funciones de pérdidas MSE, MAE, MME(U),
MME(O), MME(O) y probabilidades más altas de la prueba PPS.
Fuente: estimaciones propias con información de la base de datos
de Bloomberg.
La figura 6
muestra los resultados de las medidas de los errores de predicción MSE, MAE,
MME(U), MMM(O) y las probabilidades de la prueba estadística PPS, las cuales se
estimaron sobre una base de 10,000 muestras bootstrap
estacionarias de la prueba empírica bajo las diferentes medidas de errores
predictivos. En este caso, las probabilidades más altas alcanzadas por
cualquier modelo base señalan que la hipótesis nula de que el desempeño
predictivo fuera de la muestra de los modelos alternativos es ampliamente
superado por el modelo base, no se puede rechazar. La primera columna de la
figura constituye el nombre del modelo base que se comparará con los otros 3
modelos alternativos.
Por su parte, las probabilidades de la prueba estadística PPS
indican significativamente que el modelo CEGARCH presenta mejor desempeño
predictivo fuera de la muestra que los modelos alternativos basados en las
medidas MSE, MAE y MME(O) para los mercados accionarios de Argentina y México.
En el caso de MME(U), el modelo CTGARCH proporciona el valor más alto de la
probabilidad de la prueba estadística PPS para todas las predicciones fuera de
la muestra considerada. Este hallazgo empírico se atribuye a que la medida
asimétrica MMM(U) penaliza las predicciones subestimadas de la volatilidad, que
en este caso representan aproximadamente el 73.42 y el 77.28% de la muestra
para Argentina y México, respectivamente. Aunque es importante resaltar que la
probabilidad de la prueba estadística PPS del modelo CEGARCH se encuentra por
arriba del nivel de significancia del 5%, lo que significa que aún puede ser
considerado un excelente modelo base para predecir la volatilidad futura en el
mercado accionario de México, en el caso del mercado accionario de Argentina se
tiene como segunda alternativa al modelo CGARCH. Este hallazgo es justificado
por la insignificancia del parámetro de asimetría tanto en el corto como en el
largo plazo.
La información generada por las medidas de errores asimétricas es
relevante para las estrategias de cobertura con contratos de opciones sobre
índices accionarios porque existe una relación positiva entre la volatilidad y
la prima de la opción. En este sentido, el alto porcentaje en las predicciones
subestimadas de la volatilidad puede proporcionar sesgo en las primas de las
opciones, lo que beneficiará directamente a los inversionistas institucionales
que mantienen posiciones financieras largas de portafolios réplica sobre
índices accionarios, y que en un entorno de incertidumbre tienen la necesidad
de protegerlos a través de opciones put , pero al mismo tiempo perjudican a los compradores de opciones.
Por otra parte, si bien los rendimientos de los mercados
accionarios de la región de América Latina poseen características similares, la
capacidad de los modelos CGARCH simétricos y asimétricos no es suficiente para
proporcionar estimaciones precisas de la volatilidad futura en los mercados
accionarios de Brasil, Chile, Colombia y Perú. Al analizar los resultados
estadísticos de la figura 6
se observa que el modelo CTGARCH alcanza el mejor desempeño predictivo de
acuerdo con los valores pequeños de las medidas de errores simétricas y
asimétricas. Sin embargo, los resultados de la prueba estadística PPS
contradicen dichos hallazgos empíricos porque los modelos GARCH y CGARCH
proporcionan las probabilidades más altas bajo los criterios MSE, MAE y MME(O),
respectivamente. Este hecho se atribuye a que ninguno de los modelos de
volatilidad logró eliminar la autocorrelación observada en los residuales
estandarizados simples y cuadrados en el mercado accionario de Brasil, lo que
conlleva a subestimar o sobreestimar la volatilidad futura.4
Conclusiones
En esta
investigación, el modelo CGARCH de Engle y Lee
(1999) fue extendido a fin de investigar si las características de
asimetría y persistencia de largo plazo ejercen efectos en la predicción de la
volatilidad condicional de los rendimientos de los mercados accionarios de la
región de América Latina. En el análisis empírico dentro de la muestra se
utilizaron los logaritmos de los rendimientos accionarios diarios de enero de
1992 a diciembre de 2009, mientras que en el análisis de la evaluación fuera de
la muestra se utilizó el periodo de enero de 2010 a diciembre de 2014. La
evidencia empírica muestra que en la volatilidad de los rendimientos
accionarios se encontraron vestigios de efectos de asimetría de largo plazo en
los casos de Chile, Colombia México y Perú; esto significa que los choques
negativos no solo tendrán mayor impacto en el componente de la volatilidad de
corto plazo, sino también en su tendencia de largo plazo. Así mismo, se
encontró que los modelos CGARCH y CTGARCH permiten una modelación flexible del
comportamiento asintótico de los rendimientos en los mercados accionarios de la
región de América Latina, con implicaciones importantes para la medición de la
persistencia de largo plazo en la estructura de la volatilidad. En el marco de
la prueba de poder predictivo superior, los resultados estadísticos fuera de la
muestra revelan que el modelo CEGARCH proporciona el mejor desempeño para
predecir la volatilidad que los modelos alternativos, puesto que es aceptado
por 3 de las 4 medidas de errores, esto es, MSE, MAE y MME(O), en tanto que
bajo el criterio de la medida asimétrica MME(U), el modelo CTGARCH resulta la
mejor opción para la predicción de la volatilidad en los mercados accionarios
de Argentina y México. Otro hallazgo empírico importante que debe resaltarse es
que todos los modelos estimados subestiman la volatilidad en los mercados
accionarios considerados. Estos resultados tienen importantes implicaciones
financieras para los inversionistas institucionales con posiciones largas y cortas,
puesto que los modelos GARCH, CGARCH simétricos y asimétricos suelen ser más
apreciados por los vendedores de opciones y menos deseables por los compradores
de opciones. Los resultados débiles derivados de los modelos CGARCH simétrico y
asimétrico en el caso de los mercados accionarios de Brasil, Chile, Colombia y
Perú dejan abierta una agenda de investigaciones futuras sobre la estimación de
modelos más complejos, como especificaciones FIGARCH y FIEGARCH que permitan un
completo entendimiento de la persistencia de largo plazo en la volatilidad
condicional.
Referencias
Abrugi,
A. B. (2008). Empirical relationship between macroeconomic volatility and stock
returns: Evidence from Latin American markets. International Review of
Financial Analysis, 17(2), 396–410.
Ahmed, A. E. M. y Suliman,
S. Z. (2011). Modeling stock market volatility using GARCH models evidence from
Sudan. International Journal of Business and Social Science, 2(23), 117–128.
Alberg,
D., Shalit, H. y Yosef, R. (2008). Estimating stock
market volatility using asymmetric GARCH models. Applied Financial Economics,
18(15), 1201–1208.
Andersen, T. G. y Bollerslev,
T. (1998). Answering the skeptics: Yes, standard volatility models do provide
accurate forecasts. International Economic Review, 39(4), 889–905.
Bekaert,
G. y Harvey, C. R. (2003). Emerging markets finance. Journal Empirical Finance,
10(1-2), 3–55.
Black, F. (1976). Studies of stock market
volatility changes. Proceedings of the American Statistical Association,
Business and Economic Statistics Section, 177–181.
Bollerslev,
T. (1986). Generalised autoregressive conditional heteroskedasticity. Journal of Econometrics, 31(3),
307–327.
Bonilla, C. A. y Sepúlveda,
J. (2011). Stock returns in emerging markets and the use of GARCH models. Applied
Economics Letters, 18(14), 1321–1325.
Brailsford,
T. J. y Faff, R. W. (1996). An evaluation of volatility forecasting techniques.
Journal of Banking and Finance, 20(3), 419–438.
Brugger, S. I. (2010). Capital Especulativo y Crisis Bursátil
en América Latina, Contagio, Crecimiento y Convergencia (1993-2005) [tesis
doctoral]. Facultad
de Economía, UNAM.
Caner, S. y Onder,
Z. (2005). Sources of stock market volatility in emerging markets. Applied
Economics, 37(8), 929–942.
Chen, D. H., Bin, F. S. y Chen, D. S.
(2005). The impacts of political events on foreign institutional investors and
stock returns: Emerging market evidence from Taiwan. International Journal of
Business, 10(10), 165–188.
Christoffersen, P., Jacobs, K.,
Ornthanalai, C. y Wang, Y. (2008). Option valuation with long run and short-run
volatility components. Journal of Financial Economics, 90(3), 272–297.
Chue, T. K. y Cook, D. (2008). Emerging
market exchange rate exposure. Journal of Banking & Finance, 32(7),
1349–1362.
Diebold, F. X. y Mariano, R. S. (1995).
Comparing predictive accuracy. Journal of Business & Economic Statistics,
13(3), 253–263.
Engle, R. F. (1982). Autoregresive
conditional heteroskedasticity with estimates of the variance of the UK
inflation. Econometrica, 50(4), 987–1008.
Engle, R. F. y Lee, G. G. J. (1999). A
permanent and transitory component model of stock return volatility. En R. Engle y H. White (Eds.), Cointegration, Causality,
and Forecasting: A Festschrift in Honor of Clive W. J. Granger (pp. 475–497).
Oxford: Oxford University Press.
Engle, R. F., Ghysels, E. y Sohn, B.
(2013). Stock market volatility and macroeconomic fundamentals. The Review of
Economics and Statistics, 95(3), 776–797.
Figlewski, S. (1997). Forecasting volatility.
Financial Markets Institutions and Instruments, 6(1), 1–88.
Glosten, L., Jaganathan, R. y Runkle, D.
(1993). On the relation between the expected value and the volatility of the
nominal excess returns on stocks. Journal of Finance, 48(5), 1779–1801.
Gökbulut, R. I. y Pekkaya, M. (2014).
Estimating and forecasting volatility of financial markets using asymmetric
GARCH models: An application on Turkish financial markets. International
Journal of Economics and Finance, 6(4), 23–35.
Hansen, P. R. (2005). A test for superior
predictive ability. Journal of Business and Economics Statistics, 23(4),
365–380.
Ikoku, A. L., Chukwunonso, T. y Okany, T. (2014). Did
de economic and financial crisis affect stock market sensitivity to
macroeconomic risk factors? Evidence from Nigeria and South Africa. Journal of
Business, 19(3), 275–290.
Khwaja,
A. y Mian, A. (2005). Unchecked intermediaries: Price manipulation in an
emerging stock market. Journal of Financial Economics, 78(1), 303- 241.
Lim, K. P., Melvin, J., Hinich, V. y Liew, K. S. (2005). Statistical inadequacy of
GARCH models for Asian stock markets: Evidence and implications. Journal of
Emerging Market Finance, 4(3), 263–279.
Lim, C. M. y Sek, S. K. (2013). Comparing
the performances of GARCH-type models in capturing the stock market volatility
in Malaysia. Procedia Economics and Finance, 5(2), 478–487.
Llaudes, R., Salman, F. y Chivakul, F.
(2010). The impact of the great recession on emerging markets. IMF Working Paper wp/10/237.
López, F. (2004).
Modelado de la volatilidad y pronóstico del Índice de Precios y Cotizaciones de
la Bolsa Mexicana de Valores. Revista
de Contaduría y Administración,
49(2), 43–72.
Maheu, J. (2005). Can GARCH models capture
long-range dependence? Studies in Nonlinear Dynamics & Econometrics, 9(4),
1–41.
McMillan, D. G., Speight, A. E. H. y
Apgwilym, O. (2000). Forecasting UK stock market volatility. Applied Financial
Economics, 10(4), 435–448.
McMillan, D. G. y Speigth, A. E. H.
(2004). Daily volatility forecasts: Reassessing the performance of GARCH
models. Journal of Forecasting, 23(6), 445–460.
Nelson, D. B. (1991). Conditional
heteroscedasticity in asset returns: A new approach. Econometrica, 59(2),
347–370.
Patton, A. J. (2011). Volatility forecast
comparison using imperfect volatility proxies. Journal of Econometrics, 160(1),
246–256.
Politis,
D. N. y Romano, J. P. (1994). The stationary bootstrap. Journal of the American
Statistical Association, 89(428), 1303–1313.
Tasdemir, M. y Yalama,
A. (2014). Volatiity spillover effects in
interregional equity markets: Evidence from Brazil and Turkey. Emerging
Markerts Finance and Trade, 50(2), 190–202.
Tse, Y. K. (1991). Stocks returns
volatility in the Tokyo stock exchange. Japan and the World Economy, 3(3),
285–298.
Tse, Y. K. y Tung, S. H. (1992). Forecasting
volatility in the Singapore stock market. Asia Pacific Journal of Management,
9(1), 1–13.
Vitor, G. (2015). Sensitivity, persistence
and asymmetric effects in international stock market volatility during the
global financial crisis. Revista de Métodos
Cuantitativos para la Economía y la Empresa, 19(19), 42–65.
Walid, C., Chaker, A., Masoud, O. y Fry,
J. (2011). Stock market volatility and exchange rates in emerging countries: A
Markov-state switching approach. Emerging Markets Review, 12(3), 272–292.
White, H. (2000). A reality check for data
snooping. Econometrica, 68(5),
1097–1126.
Yang, J., Hsiao, C., Li, Q. y Wang, Z. (2006). The
emerging market crisis and stock market linkages: Further evidence. Journal of Applied Econometrics, 21(6), 727–744.
2 Para una
explicación técnica más detallada del modelo CGARCH, véase Maheu (2005).
3 Estos
índices bursátiles han sido incluidos en estudios relacionados con los mercados
accionarios de América Latina. Últimamente no se incluye al mercado venezolano
debido a discontinuidades y falta de confiabilidad en su información.
4 Por falta
de espacio, los resultados de la prueba estadística PPS no son reportados en el
caso de los mercados accionarios de Chile, Colombia y Perú, pero están
disponibles para cualquier aclaración. Además, los resultados son
inconsistentes, como en el caso del mercado accionario de Brasil.
La revisión
por pares es responsabilidad de la Universidad Nacional Autónoma de México.
Métricas de artículo
Metrics powered by PLOS ALM
Enlaces refback
- No hay ningún enlace refback.
Este obra está bajo una licencia de Creative Commons Reconocimiento-NoComercial-CompartirIgual 4.0 Internacional.
CONTADURÍA Y ADMINISTRACIÓN, año 70, 2025, es una publicación trimestral editada por la Universidad Nacional Autónoma de México, Colonia Ciudad Universitaria, Delegación Coyoacán, C.P. 04510, México, Ciudad de México, a través de la División de Investigación de la Facultad de Contaduría y Administración - UNAM, Circuito Exterior, s/n, Colonia Ciudad Universitaria, Delegación Coyoacán, C.P. 04510, México, Ciudad de México., Tel. (55) 56 22 84 57 y (55) 56 22 84 58 Ext. 144, http://www.cya.unam.mx, correo electrónico: revista_cya@fca.unam.mx, Editor responsable: Mtro. José Alberto García Narváez, Reserva de Derechos al Uso Exclusivo No. 04-2016-071316434900-203, otorgada por el Instituto Nacional del Derecho de Autor, ISSN 2448-8410, Responsable de la última actualización de este Número, División de Investigación de la Facultad de Contaduría y Administración-UNAM, Mtro. José Alberto García Narváez, Circuito Exterior, s/n, Colonia Ciudad Universitaria, Delegación Coyoacán, C.P. 04510, México, Cd., Mx., fecha de última modificación, 13 de enero de 2025.
Las opiniones expresadas por los autores no necesariamente reflejan la postura del editor de la publicación. Se autoriza la reproducción total o parcial de los textos aquí publicados siempre y cuando se cite la fuente completa y la dirección electrónica de la publicación.
Contaduría y Administración by División de Investigación de la Facultad de Contaduría y Administración is licensed under a Creative Commons Reconocimiento- 4.0 Internacional.
Creado a partir de la obra en http://www.cya.unam.mx.
Correo electrónico: revista_cya@fca.unam.mx
ISSN: 0186-1042 (Print) 2448-8410 (Online)