http://dx.doi.org/10.1016/j.cya.2015.12.005
Artículo de investigación
Estructura de propiedad y su efecto en la
política de dividendos en el contexto mexicano
Ownership
structure and its effect on dividend policy in the Mexican context
Juan Manuel San Martín Reyna1
1 Universidad de las Américas Puebla, México
Autor para correspondencia: Juan Manuel San Martín Reyna,
email: juanm.sanmartin@udlap.mx
Resumen
En este trabajo nos enfocamos en analizar si la estructura de
propiedad tiene algún efecto sobre la política de dividendos de las empresas en
el mercado mexicano. La decisión de pago de dividendos es uno de los elementos
primordiales dentro de la política corporativa, ya que esa política de
dividendos tiene una influencia sobre el valor de la compañía. Por tanto,
decisiones como adoptar una política de crecimiento de la empresa a través de
la reinversión de utilidades, o mejor destinarlo al pago de dividendos, se
verán influidas por el tipo de estructura de propiedad que predomine dentro de
la empresa. Basamos nuestro análisis en tres tipos de estructura de propiedad
como lo son: familias, instituciones (bancos principalmente) y pequeños bloques
de accionistas. Nuestros resultados muestran que la concentración de propiedad
en familias influye de forma negativa en el pago de dividendos, mientras que la
presencia de accionistas institucionales tiene un efecto inverso sobre el pago
de los mismos. Esto indica que la presencia de grandes accionistas distintos a
las familias tiene un efecto diferente sobre la política de pago de dividendos
en el entorno mexicano. Nuestro trabajo aporta a la literatura sobre el tema en
el contexto de países emergentes como es el caso de México, ya que mucha de la
investigación existente hasta ahora se ha centrado básicamente en entornos como
el europeo o el norteamericano, donde los mercados están bien regulados y la
propiedad ampliamente distribuida.
Palabras clave: Dividendos,
Estructura de propiedad, Familia.
Códigos JEL: M2, M21, G3, G35.
Abstract
In this paper we focus on analyzing if the
ownership structure has any effect on the dividend policy in the Mexican
market. The decision to pay dividends is one of the key elements within
corporate policy, since that dividend policy has an influence on the company value.
Therefore, decisions such as adopting a growth policy of the company through
the profits reinvestment or destine these profits to dividends pay, could be
influenced by the ownership structure. We base our analysis on three types of
ownership structure: families, institutions (mainly banks) and small blocks of
shareholders. Our results show that the concentration of ownership in families
has a negative influence on the dividends payment, while the presence of
institutional shareholders has an inverse effect. This indicates that the
presence of large shareholders different to families have a dissimilar effect
on dividend policy. Our work contributes to the literature in the context of
emerging countries such as Mexico, since much of the existing research has
focused primarily in environments such as Europe or the United States, where
markets are well regulated with widely distributed property.
Keywords: Dividends, Ownership
structure, Family.
JEL classification: M2, M21, G3, G35.
Recibido:
06/08/2015
Aceptado:
08/12/2015
Introducción
La decisión de pago de dividendos es uno de los elementos
primordiales dentro de la política corporativa de una empresa, por lo que ha
cobrado amplia relevancia dentro de la literatura financiera. Los dividendos
son considerados como el pago a los accionistas por su contribución en la
aportación de fondos para una empresa y la compensación por soportar los
riesgos inherentes al negocio. En este sentido, el equipo directivo de la
empresa formula una política de dividendos para dividir y distribuir las
ganancias en función de sus aportaciones a la empresa. Esta política de
dividendos tiene una influencia crucial sobre el valor de la compañía, ya que
se debe mantener un equilibrio entre las políticas de crecimiento de la empresa
y las políticas de pago de dividendos, ya que, por ejemplo, un pago de
dividendos bajo puede conducir a la insatisfacción por parte de los
accionistas, sin embargo, un elevado pago de los mismos puede dificultar el
crecimiento de la empresa.
Por tanto, la política de dividendos es un
tema delicado, y su equilibrio pudiese ser influido de forma determinante por
la estructura de propiedad bajo la cual se encuentra la empresa, ya que, por un
lado, los dividendos pueden utilizarse para mitigar los problemas de agencia
que pudiesen llegar a surgir en la empresa, al considerarse como mecanismo de
control de la parte directiva ( Easterbrook,
1984; Jensen, 1986; Rozeff, 1982 ), pero,
por otra parte, los grandes accionistas podrían utilizar su poder de
mayoritarios para expropiar recursos en su propio beneficio a costa de las
minorías, lo que podría limitar el pago de dividendos generando conflictos de
agencia ( Faccio y Lang, 2001 ). Por
tanto, existe una clara relación entre la estructura de propiedad y la política
de pago de dividendos.
En este trabajo nos centramos en la
relación entre estas variables, utilizando una muestra de empresas que cotizan
en el mercado mexicano tomando como referencia el periodo 2005-2013. Nuestro
objetivo es el de dar respuesta a preguntas como la siguiente: ¿la estructura
de propiedad afecta a la política de dividendos de las empresas en el mercado
mexicano? Es importante señalar que el mercado mexicano proporciona un contexto
interesante para llevar a cabo estudios como este, ya que la estructura de
propiedad se encuentra altamente concentrada en familias principalmente.
Además, nuestro trabajo se centra también en el análisis del efecto que
accionistas importantes como lo son los institucionales (bancos principalmente)
pueden tener sobre las decisiones relacionadas con el pago de dividendos. Mucha
de la investigación existente hasta ahora se ha centrado básicamente en
entornos como el europeo o estadounidense, donde los mercados están bien
regulados y la propiedad ampliamente distribuida. Sin embargo, pocos estudios
se han desarrollado en países emergentes como México.
Para ello, el artículo se estructura de la
siguiente forma: en la siguiente sección se hace una revisión de la literatura
sobre el impacto de la estructura de propiedad sobre el pago de dividendos,
bajo el enfoque de agencia, y se formulan las hipótesis. En la tercera sección
se detalla la parte metodológica del trabajo. En la cuarta sección se presentan
los resultados obtenidos y, finalmente, la última sección presenta la
conclusión del trabajo, sus limitaciones y futuras líneas de investigación.
Revisión de la literatura
Muchos estudios previos han demostrado una relación entre
la política de dividendos y la concentración de propiedad ( Rozeff, 1982 ), pero también es importante tomar en
cuenta la estructura de esa propiedad, al considerar accionistas mayoritarios
como familias o inversores institucionales (bancos principalmente), así como
pequeños bloques de accionistas con participaciones «relevantes» dentro de la
empresa y que, por lo tanto, podrían tener gran influencia en el diseño de la
política de dividendos de las compañías, ya que estos accionistas mayoritarios
o blockholders
(inversores que poseen al menos el 5% de las acciones de las empresas) están
preocupados por controlar y supervisar de alguna manera la actuación de los
directivos con la finalidad de proteger sus inversiones ( Castrillo y San Martín, 2007).
Esta relación entre estructura de la
propiedad y política de dividendos es analizada a partir de la literatura de Jensen y Meckling
(1976) , enfocada básicamente en la teoría de la agencia, la cual
sugiere que la presencia de grandes accionistas puede aliviar o aminorar los
conflictos de agencia. La concentración de la propiedad puede reducir estos
conflictos, ya que al encontrarse la propiedad y el control en manos de la
misma persona tendrían que asumir una parte de las pérdidas derivadas de su
comportamiento ( Jensen y Meckling, 1976; Morck, Shleifer y Vishny, 1988 ). Por tanto, los grandes accionistas tienen
un fuerte incentivo para maximizar la riqueza de la empresa ( Shleifer y Vishny, 1997 ).
Sin embargo, el interés de los grandes accionistas podría no coincidir
necesariamente con el interés de los accionistas minoritarios, lo que conduce a
una posible expropiación por parte de los primeros sobre los segundos ( Shleifer y Vishny, 1997).
La política de pago de dividendos juega un
papel importante en el control de estos posibles conflictos de agencia entre
los grandes y pequeños accionistas, ya que mediante el pago de dividendos, se
puede limitar la extracción de riqueza por parte de los grandes accionistas. Es
importante mencionar que algunos autores señalan que los dividendos también
pueden ser utilizados por los accionistas controladores para compensar a los
accionistas minoritarios conscientes de que en el entorno en el que se
encuentran estos últimos predomina la presencia de grandes accionistas ( Faccio y Lang, 2001 ). Sin
embargo, en presencia de grandes accionistas controladores, el pago de
dividendos muchas veces no funciona necesariamente como un mecanismo de control
de agencia, sino que más bien es considerado como un mecanismo sustituto de la
concentración de propiedad para mitigar los problemas de agencia.
Esta relación ha sido objeto de
investigación de diferentes autores como Gugler y Yurtoglu (2003); Maury y Pajuste
(2002); Mancinelli y Ozkan
(2006); Renneboog y Szilagyi
(2006); Renneboog y Trojanowski
(2007); Setia-Atmaja (2009); Pindado, Requejo y de la Torre (2012); Bradford, Chen
y Zhu (2013); Mori e Ikeda (2015); Vandemaele y Vancauteren (2015) , y Michiels, Voordeckers, Lybaert y Steijvers (2015) ,
entre otros. Kumar (2003) y Warrad, Abed, Khriasat
y Al-Sheikh (2012) ,
por ejemplo, analizan la relación entre estructura de propiedad, gobierno
corporativo y la política de dividendos y sus resultados muestran una clara
relación entre la estructura de la propiedad y la política de pago de
dividendos. López-Iturriaga y
Lima (2014) analizan la relación entre endeudamiento, pago de
dividendos y concentración de propiedad y su efecto sobre la creación de valor
ante la presencia o ausencia de oportunidades de crecimiento en Brasil.
Encuentran que el pago de dividendos juega un papel importante como mecanismo disciplinador sobre la dirección en empresas con bajas
oportunidades de crecimiento, ya que el pago de dividendos reduce el flujo de
caja disponible para la dirección. Por su parte, Setia-Atmaja (2009) analiza la relación entre
concentración de propiedad y la independencia del consejo de administración y
del comité de auditoría en empresas australianas. También analiza si el contar
con consejos y comités de auditoría independientes tiene un efecto sobre la
creación de valor y a su vez si ese efecto es moderado por la concentración de
propiedad y el pago de dividendos. Sus resultados muestran que la concentración
de propiedad tiene un impacto negativo sobre la independencia del consejo, pero
no tiene impacto sobre el comité de auditoría. Sus resultados también sugieren
que la independencia del consejo aumenta el valor de la empresa y que el
impacto de la independencia del consejo sobre la creación de valor es mayor en
empresas que presentan una baja tasa de pago de dividendos. Ramli (2010) , por su parte, establece que cuando
la estructura de propiedad es más concentrada, las empresas pueden manejar un
pago de dividendos más alto, ya que los grandes accionistas tienen una mayor
influencia sobre políticas de este tipo. Roy (2015) , al analizar la relación entre
estructura de propiedad y política de dividendos, se centra en el efecto que la
adopción de prácticas de gobierno corporativo tiene sobre el pago de dividendos
de la empresa. La idea central sobre la que gira el trabajo es saber si la
presencia de bloques familiares en la empresa tiene un efecto sobre la política
de pago de dividendos diferente a la que existe en una empresa no familiar. Sus
resultados muestran que la presencia de variables de gobierno corporativo como
consejo de administración, consejeros independientes, y la proporción de
directores no ejecutivos en el consejo, tiene un impacto significativo en la
política de dividendos. Además, establece que la presencia de oportunidades de
crecimiento en la empresa tiene una relación positiva con el pago de dividendos.
Mitton (2005)
establece que existe una relación positiva entre el gobierno corporativo y el
pago de dividendos en mercados emergentes y, además, establece que los países
que tienen una fuerte protección a los inversores son capaces de pagar mayores
dividendos. Pindado et al.
(2012) analizan si las empresas familiares utilizan la política de
dividendos como un mecanismo de gobierno corporativo para superar los problemas
de agencia entre la familia controladora y los inversores minoritarios. Sus
resultados muestran que las empresas familiares tienen tasas de pago de
dividendos más altas y estables con el fin de aliviar las preocupaciones de
expropiación por parte de accionistas minoritarios. Shabbir, Safdar y Aziz
(2013) analizan la relación entre estructura de propiedad, creación
de valor y política de dividendos; sus resultados muestran que la estructura de
propiedad familiar afecta de forma significativa la política de dividendos de
la empresa y la creación de valor. Sus resultados también soportan la teoría
del atrincheramiento ya que encuentran una relación negativa entre pago de
dividendos y concentración de propiedad, es decir, establecen que los
accionistas mayoritarios (familias) se benefician a costa de pequeños
accionistas. Vandemaele y Vancauteren (2015)
utilizan economía del comportamiento para analizar la relación entre política de
dividendos y empresas familiares. Sus resultados sugieren que el pago de
dividendos es bajo cuando un miembro de la familia es el director general, así
como también cuando hay una fuerte presencia de familiares en el consejo de
administración. De acuerdo con los autores, esta tendencia es mayor cuando
hacen referencia a empresas de primeras generaciones que a empresas de
generaciones posteriores.
Por otra parte, Wei, Zhang y Xiao (2003)
analizan la relación entre pago de dividendos y estructura de propiedad y
encuentran una relación positiva y significativa entre empresas cuya mayoría de
propiedad está en manos del Estado; sin embargo, esta relación se vuelve
negativa cuando la mayoría de la propiedad es de carácter público. Bradford et al. (2013)
analizan la estructura de propiedad piramidal, tanto pública como privada, y su
relación con las políticas de dividendos en empresas de China. Encuentran que
las empresas controladas por el Estado en China pagan dividendos más altos en
relación con aquellas empresas controladas por particulares. Esto es debido a
que las empresas privadas tienen mayores limitaciones en términos de capital,
generación de ingresos y posibilidades de endeudamiento.
Por su parte, Renneboog y Trojanowski (2005)
examinan las políticas de pago de dividendos y argumentan que esta política en
países como el Reino Unido está relacionada con la estructura de propiedad de
la empresa, ya que la presencia de bloques de accionistas con grandes
porcentajes de propiedad debilita la relación entre el desempeño financiero de
la empresa y la dinámica de pago de dividendos. González, Guzmán, Pombo y Trujillo (2014) examinan
el efecto de la participación de la familia en la política de dividendos, en
empresas con pocos accionistas y que enfrentan problemas de agencia que
implican accionistas mayoritarios y minoritarios. Los autores argumentan que
los accionistas minoritarios presionan por el pago de dividendos cuando
perciben situaciones relacionadas con la expropiación de riqueza por parte de
las mayorías. Además, los autores encuentran que la participación familiar en
la dirección de la empresa no afecta la política de dividendos; que la
participación familiar, tanto en la propiedad como en el control, afecta de
forma negativa el pago de dividendos; mientras que la participación de la
familia en el control a través de la representación excesiva en el consejo
afecta positivamente la política de dividendos. Así pues, los autores
establecen que la influencia de la familia en los problemas de agencia, y por
lo tanto en la política de dividendos como mecanismo de mitigación, varía en
función de la participación familiar.
Mancinelli y Ozkan (2006) , al analizar la relación entre la
política de dividendos y la estructura de la propiedad, encuentran que las
empresas realizan menores pagos de dividendos, así como también conceden menos
derecho de voto a medida que se concentra la propiedad. Kouki y Guizani (2009)
argumentan que empresas con estructura de propiedad concentrada distribuyen un
mayor porcentaje de dividendos y muestran una relación positiva entre la
concentración de la propiedad y el pago de dividendos. Michiels et al. (2015) analizan si las empresas
familiares utilizan los dividendos como instrumentos para hacer frente a los
conflictos de intereses entre los accionistas miembros de la familia, tanto
activos como pasivos, y cómo las prácticas de gobierno moderan esta relación.
Los resultados muestran que la existencia de un conflicto de intereses
intrafamiliar genera una mayor propensión a pagar dividendos. Mori e Ikeda (2015)
analizan la relación entre los incentivos para llevar a cabo una supervisión
por parte de los diferentes bloques de accionistas y la política de dividendos.
Argumentan que cuando individuos adversos al pago de dividendos mantienen una
posición mayoritaria en empresas con estructura de propiedad dispersa, el resto
de los bloques de accionistas podrían ser persuadidos para imponer un pago de
dividendos bajo, que esté en función del óptimo en términos de impuestos. Bajo
estas circunstancias, los blockholders
tendrían incentivos al dejar de realizar un monitoreo efectivo, ya que los
beneficios de ahorro en términos de impuestos son mayores que la pérdida
económica de las actividades de supervisión. Warrad et al. (2012)
analizan la relación entre la política de pago de dividendos y los diferentes
tipos de propietarios, encontrando que existe una relación positiva entre la
propiedad extranjera y la política de pago de dividendos, resultado consistente
con trabajos como los de Short,
Zhang y Keasey (2002) y Kumar (2003). Mehrani, Moradi y Eskandar
(2011) encontraron evidencia de una relación negativa entre la
propiedad directiva y la política de pago de dividendos. Khan (2006) analiza también la relación entre
dividendos y estructura de propiedad, argumentando que existe una relación
negativa entre el pago de dividendos y la concentración de propiedad, además de
que encuentra que la composición propiedad también es una variable relevante.
Asimismo, Gugler y Yurtoglu (2003)
argumentan que las empresas con una alta concentración de propiedad tienden a
pagar dividendos más bajos. Maury
y Pajuste (2002) , por su parte, señalan
que la presencia de grandes accionistas afecta negativamente a la distribución
de dividendos, mientras que Jain y Shao (2014) , basados en la teoría de la agencia
y la riqueza socioemocional, evalúan las opciones de inversión post-IPO y sus
consecuencias económicas, donde encuentran que estas son diferentes para las
empresas familiares en relación con las empresas no familiares. Sus resultados
sugieren que las empresas familiares invierten poco post-IPO, así como también
que los gastos totales de la inversión y en I+D son menores con relación a sus
similares no familiares. Feldstein y
Green (1983) proporcionan un modelo de equilibrio de mercado para
explicar por qué las empresas que maximizan el valor de sus acciones pagan
dividendos. Miller y Modigliani (1961) en su trabajo pionero analizan
el efecto de la política de dividendos sobre el precio de las acciones. No
encontraron que alguna política de dividendos sea superior a cualquier otra
política y que, por tanto, no es relevante para el valor de la empresa y/o la
maximización de la riqueza de los accionistas. Gordon (1959) propone que, incluso en
presencia de mercados de capitales perfectos, existe incertidumbre sobre los
flujos de efectivo futuros, por lo que el precio de las acciones de la empresa
depende de la política de dividendos. Rozeff (1982)
argumenta que el pago de dividendos somete a las empresas al escrutinio de los
mercados de capitales, ya que la política de dividendos que las empresas
decidieran tomar podría tener un rol de carácter informativo, al permitir
allegar a los mercados información confiable sobre las expectativas de la
empresa.
Diferentes estudios han analizado el papel
de la familia cuando esta posee la mayoría de la propiedad. Diversos autores
han observado que la presencia de familias controladoras puede alinear los
intereses entre directivos y accionistas, ya que reduce en gran medida un
posible conflicto de intereses que pudiera presentarse cuando la empresa no
está bajo el control de la misma familia. Según Crutchley y Hansen (1989) , es importante analizar la
relación entre la propiedad familiar y la política de dividendos, ya que puede
ayudar a reducir el conflicto de intereses entre la dirección y los
accionistas. Chen y Steiner (2005) analizan si la propiedad
familiar afecta el pago de dividendos. Los resultados muestran una débil
relación entre la propiedad familiar y la política de pago de dividendos. Sin
embargo, hay una relación negativa y significativa entre el pago de dividendos
y la propiedad familiar cuando la familia posee hasta el 10% del total de las
acciones de la empresa. No obstante, esta relación se da a la inversa cuando la
familia posee entre el 10 y el 35% de la propiedad de la compañía. Eckbo y Verma (1994)
argumentan que los dividendos decrecen a medida que se incrementa participación
en la propiedad del directivo, al igual que Chen, Cheung, Stouraitis
y Wong (2005) quienes también encuentran una relación negativa entre
la propiedad del directivo y la política de dividendos.
Por otra parte, Short et al. (2002) argumentan que existe una
relación negativa entre la propiedad del directivo y la política de pago de
dividendos, mientras que Wen y Jia (2010) establecen que tanto la propiedad del
directivo como la propiedad institucional se asocian de forma negativa con la
política de pago de dividendos. Asimismo, Jensen et al.
(1992) sostienen que la propiedad del directivo tiene un impacto
negativo en la política de pago de dividendos y la deuda de la empresa. Jensen (1986) argumenta
que los directivos prefieren retener las utilidades generadas en vez de repartirlas
a los accionistas en forma de dividendos. Algunos otros estudios como los de Gugler y Yurtoglu (2003), Maury y Pajuste
(2002), Mancinelli y Ozkan (2006), Renneboog y Szilagyi (2006) y
Renneboog y Trojanowski (2007)
, con muestras de países como Alemania, Finlandia, Italia, Países Bajos y Reino
Unido, han encontrado también una relación negativa entre estructuras de
propiedad concentradas y la política de pago de dividendos.
Por otro lado, podemos encontrar
diferentes estudios que analizan el efecto de otros grandes accionistas, como
son los inversores institucionales o bloques de accionistas con propiedad
accionarial relevante conocidos también como blockholders , y el efecto que pueden tener sobre la política de
dividendos. En este sentido, estos otros grandes accionistas podrían desempeñar
funciones de monitoreo sobre la dirección, lo que podría limitar la
expropiación de recursos de los accionistas minoritarios ( Bolton y von Thadden, 1998;
Pagano y Röell, 1998 ).
Waud (1966), Fama y Babiak (1968)
y Short et al. (2002) sugieren que existe una
relación significativa entre la política de dividendos y la propiedad
institucional. Kalay (1982) encuentra una relación entre ambas
variables al analizar una amplia muestra de emisión de bonos centrada en el
conflicto entre los accionistas y los tenedores de bonos sobre la decisión de
pago de dividendos. Short et al. (2002) también encuentran una
relación positiva entre la propiedad institucional y la política de dividendos
y, por otro lado, encuentran una relación negativa entre propiedad directiva y
política de dividendos. Chen et al. (2005) , por su parte, a través
de un análisis mediante ecuaciones simultáneas examina la relación entre
propensión al riesgo, endeudamiento y dividendos. Sus resultados muestran que
el riesgo se asocia de forma positiva con el nivel de propiedad directiva, así
como también la propiedad gerencia es determinante del nivel de riesgo que se
asume en la empresa. El resultado apoya el argumento de que la propiedad
gerencial ayuda a resolver los conflictos de agencia entre accionistas externos
y dirección, pero a costa de incrementar el conflicto de agencia entre
accionistas y acreedores.
Sin embargo, existe otra corriente en la
literatura que argumenta que estos otros grandes accionistas podrían
confabularse con el accionista controlador con el fin de expropiar recursos y
compartir los beneficios obtenidos ( Faccio y Lang, 2001; Pagano y Röell, 1998 ). No obstante, la evidencia empírica sobre
el impacto de estos otros grandes accionistas sobre la política de dividendos
ha sido limitada. Faccio y Lang
(2001) , por ejemplo, encuentran que la presencia de grandes
accionistas en el mercado europeo reduce al mínimo la actividad de expropiación
de la accionista de control, lo que redunda en un pago de dividendos más alto,
mientras que en Asia encuentran un reparto de dividendos más bajo, argumentando
que el accionista controlador colabora con otros grandes accionistas con el fin
de expropiar a los accionistas minoritarios. En este sentido, autores como Han, Lee y Suk
(1999) argumentan que la política de pago de dividendos se relaciona
de manera positiva con la propiedad institucional, debido a que el reparto de
dividendos contribuye a reforzar el control directivo al incorporar al mercado
como instancia de supervisión. Una empresa que tenga una política de reparto de
dividendos frecuente se ve obligada a la captación de recursos con los que
cubrir sus proyectos de inversión rentables. En esos casos la empresa se verá
sometida a la supervisión fuerte por parte de los mercados de capitales donde
recaba esos recursos, por lo que dichos mercados monitorean de mejor forma el
uso de dichos recursos ( Easterbrook,
1984).
Como podemos observar, diferentes estudios
han encontrado una relación entre diferentes estructuras de propiedad y la
política de pago de dividendos, por tanto, las hipótesis que planteamos son las
siguientes:
·
H1. Existe una
relación negativa entre concentración de propiedad (en familias) sobre el pago
de dividendos de la compañía.
·
H2. Existe una
relación positiva entre empresas con estructuras de propiedad concentrada en
inversores institucionales (bancos) y en pequeños bloques de accionistas sobre
el pago de dividendos de la compañía.
Metodología
La muestra utilizada
para este trabajo ha sido obtenida a partir de aquellas empresas que cotizaron
en la Bolsa Mexicana de Valores. La fuente de información utilizada para la
obtención de los estados financieros de las empresas es la base de datos «Economatica». La información relativa a la estructura de
propiedad, cambios generacionales y gobierno de las compañías de la muestra
utilizada en el análisis fue obtenida de los reportes anuales de las empresas
publicados por la Bolsa Mexicana de Valores en su página web 1 1
Véase http://www.bmv.com.mx
. La muestra incluye 88 empresas de las 142 que cotizan en el
mercado mexicano y los datos fueron obtenidos de forma anual durante un periodo
de 8 años, de 2005 hasta 2013. La muestra consta de 675 observaciones y se
compone de empresas no financieras pertenecientes a los distintos sectores de
acuerdo con la clasificación de la Bolsa Mexicana de Valores (Materiales,
Industrial, Servicio y Bienes de Consumo No Básico, Productos de Consumo Frecuente,
Salud y Telecomunicaciones).
Modelo econométrico
En este
trabajo hemos utilizado la metodología de datos de panel. En el primer modelo,
analizamos el impacto que sobre el pago de dividendos tiene la estructura de propiedad
familiar, así como una serie de variables de control como volatilidad, tamaño
de la empresa, flujo de caja disponible y creación de valor. En los modelos dos
y tres se realiza la estimación atendiendo a la concentración de propiedad en
inversores institucionales (bancos principalmente), así como en aquellos
bloques de accionistas individuales que no pertenecen a la familia controladora
(consideramos a los accionistas individuales e institucionales como aquellos
que poseen el 5% o más de la propiedad de la compañía). Nuestro modelo es el
siguiente:
(1)
Definición de variables
En cuando a
la propiedad familiar, está determinada como el porcentaje de propiedad en
manos de una familia. Autores como Anderson
y Reeb (2003) establecen que para
considerarse como empresa familiar se debe analizar el porcentaje de propiedad en
manos de la familia, así como el peso de esta en el consejo de administración.
Por su parte, McConaughy, Matthews y Fialko (2001) consideran una empresa como
familiar cuando el CEO es de la familia controladora. En cuanto a la propiedad
institucional, está determinada como el porcentaje de acciones en manos de
instituciones como bancos. La propiedad en manos de este tipo de instituciones
resulta relevante debido a que, al poseer una parte importante accionarial,
tienen incentivos a dar un seguimiento más a fondo sobre el desempeño de la
compañía debido a la inversión que tienen dentro de la empresa. La propiedad en
accionistas individuales se refiere al porcentaje de propietarios en manos de
inversores que no pertenecen ni al grupo familiar controlador ni a ninguna
institución financiera, pero que poseen un paquete accionarial importante
dentro de la empresa (mayor que el 5%). De acuerdo con autores como Chai (2010) y Baba (2009) , la
propiedad en manos de inversores individuales tiene un impacto importante en la
política de dividendos de la empresa.
Incluimos también el tamaño de la empresa, ya que de acuerdo con
autores como Redding (1997)
las grandes empresas tienen una mayor probabilidad de pagar dividendos.
Asimismo, Titman y Wessels (1988)
señalan que las grandes compañías tienden a estar más diversificadas, a generar
mayores ingresos y, por ende, tienen una menor probabilidad de quiebra, lo que
puede fomentar el pago de dividendos a accionistas. El tamaño de la empresa
está determinado como el logaritmo natural de los activos totales de la
empresa. Siguiendo a Ullah, Fida y Khan (2012)
hemos incluido como variable de control la volatilidad en las ganancias antes
de intereses, impuestos y depreciación, así como el nivel de endeudamiento de
la compañía, que viene determinado por la relación entre pasivo total y activo
total que se mide como el valor en libros de la deuda dividido por el valor
contable de los activos totales. En este sentido, autores como Bradley, Jarrell
y Kim (1984) argumentan que la volatilidad en los ingresos es
determinante en cierta medida en la estructura de capital de la empresa. Por
tanto, esta volatilidad y el endeudamiento de la compañía tendrán un efecto en
la política de dividendos.
Hemos incluido también la variable de flujo de efectivo o cash flow , así como
la variable creación de valor medida a través de la Q de Tobin,
como variables de control. Se han incluido estas dos variables debido a que
tienen una clara relación con el pago de dividendos, ya que en el primer caso,
cuanto mayor sea el flujo de efectivo disponible de una empresa, significa que
hay un excedente de dinero después de que se han cumplido las obligaciones de
la compañía, por lo que ese dinero se puede utilizar para el pago de dividendos
a los accionistas. Un mayor reparto de dividendos reduce el cash flow libre ( Lang y Litzenberger, 1989; Dewenter y Warther, 1998 ).
Mientras que en el segundo, cuanto mayor sea la creación de valor que se genere
en la empresa, mayor probabilidad habrá de que se lleve a cabo el pago de dividendos.
La tabla 1 muestra la
estadística descriptiva de las diferentes variables utilizadas en nuestro
análisis.
La tabla 1 muestra las variables de propiedad tales como Familiar,
que es la propiedad de acciones en manos de la familia controladora, Inst, que representa la propiedad institucional, Indiv, que determina la posesión de acciones en inversores
individuales, Vol es la volatilidad en las ganancias,
FC son los flujos de caja libres, Deuda es el nivel de apalancamiento de la
empresa, Tam es el tamaño de la compañía, mientras CV
representa la creación de valor de la empresa que se ha calculado a través de
la Q de Tobin.
Resultados
Los
resultados de la estimación se muestran en las tablas 2–4 . En ellas se incluyen los tres
modelos, es decir, el efecto sobre el pago de dividendos bajo estructuras de
propiedad familiar, institucional e individual. Es importante mencionar que
nuestra muestra tiene la característica de combinar series temporales y cortes
transversales, lo que nos permite aprovechar los datos de panel; especialmente
si se controla la heterogeneidad inobservable ( Arellano, 1993 ). Los datos de panel parten de
la idea de que cada individuo tiene cuestiones específicas que son propias, lo
que permite diferenciarlos de los demás, y estas cuestiones específicas se
mantienen a lo largo del tiempo. Por tanto, al tratarse de una muestra de
empresas, estas pueden tener ciertas características que son diferentes al
resto de la muestra y que pueden prevalecer a lo largo del tiempo. De esta
forma, el realizar estimaciones sin tomar en cuenta estas consideraciones
individuales podría generar sesgos en la estimación. Por ello, es importarte
distinguir la relación entre el elemento de efectos individuales y las demás
variables explicativas, ya que, en caso de haber correlación entre ambas,
deberán eliminarse los efectos fijos ( López-Iturriaga y Saona, 2007 ). Esta
correlación se puede detectar mediante el test de Hausman,
ya que este permite contrastar la hipótesis de ausencia/presencia de correlación
entre el término de efectos individuales y las variables independientes, por lo
que dentro del método de estimación es necesario realizar las estimaciones de
esta manera con el fin de hacer frente a la heterogeneidad inobservable.
La tabla muestra los coeficientes estimados, el estadístico t y el valor
de p, donde: *
significativo a 0.10, ** significativo
a 0.05 y *** significativo a 0.01. El pago de dividendos es la variable
dependiente. Familiar es la propiedad de acciones en manos de la familia
controladora, Vol es la volatilidad en las ganancias
determinada por las ganancias antes de intereses, impuestos y depreciación, FC
son los flujos de caja libres, Deuda es el nivel de apalancamiento de la
empresa, medido por el pasivo total entre el activo total. Tam
es el tamaño de la compañía determinado por el logaritmo natural de los activos
totales, mientras que CV representa el valor de la empresa que se ha calculado
a través de la Q de Tobin, que está determinada por
el valor de mercado de los activos más el valor en libros de la deuda sobre los
activos totales. El test de Hausman permite probar la
hipótesis efectos fijos vs. efectos aleatorios en la
estimación. El test de Hausman sigue una distribución
χ 2.
La tabla muestra los coeficientes estimados, el estadístico t y el valor
de p, donde: *
significativo a 0.10, **
significativo a 0.05 y ***
significativo a 0.01. El pago de dividendos es la variable dependiente. Inst es la propiedad de acciones en manos de inversores
institucionales (bancos), Vol es la volatilidad en
las ganancias determinada por las ganancias antes de intereses, impuestos y
depreciación, FC son los flujos de caja libres, Deuda es el nivel de
apalancamiento de la empresa, medido por el pasivo total entre el activo total.
Tam es el tamaño de la compañía determinado por el
logaritmo natural de los activos totales, mientras que CV representa el valor
de la empresa que se ha calculado a través de la Q de Tobin,
que está determinada por el valor de mercado de los activos más el valor en
libros de la deuda sobre los activos totales. El test de Hausman
permite probar la hipótesis efectos fijos vs. efectos
aleatorios en la estimación. El test de Hausman sigue
una distribución χ 2.
Resultados de la estimación considerando la estructura de
propiedad en pequeños bloques de accionistas (blockholders)
La tabla muestra los coeficientes estimados, el estadístico t y el valor
de p, donde: *
significativo a 0.10, **
significativo a 0.05 y ***
significativo a 0.01. El pago de dividendos es la variable dependiente. PBA es
la propiedad de acciones en manos de pequeños grupos de accionistas, Vol es la volatilidad en las ganancias determinada por las
ganancias antes de intereses y de impuestos, FC son los flujos de caja libres,
Deuda es el nivel de apalancamiento de la empresa, medido por el pasivo total
entre el activo total. Tam es el tamaño de la
compañía determinado por el logaritmo natural de los activos totales, mientras
que CV representa el valor de la empresa que se ha calculado a través de la Q
de Tobin, que está determinada por el valor de
mercado de los activos más el valor en libros de la deuda sobre los activos
totales. El test de Hausman permite probar la
hipótesis efectos fijos vs. efectos aleatorios en la
estimación. El test de Hausman sigue una distribución
χ 2.
Como se puede apreciar en la tabla 2 , nuestros resultados muestran una
relación negativa y significativa entre la política de dividendos y la
concentración de la propiedad en manos de familias, mientras controlamos por
factores como flujo de caja, endeudamiento, creación de valor, volatilidad y
tamaño de la empresa. Por tanto, obtenemos evidencia de que la magnitud del
pago de dividendos es menor cuando existe presencia de grupos familiares
controladores dentro de la compañía. Es decir, empresas con mayor concentración
de propiedad en familias tienden a realizar un menor pago de dividendos. Una
razón que podría argumentarse para ello, de acuerdo con la teoría de la
agencia, es que estos dividendos no son necesarios como mecanismo de control,
ya que pueden ser considerados como sustitutos de otro mecanismo como es la
concentración de la propiedad con el fin de mitigar los conflictos de agencia.
En el caso del contexto mexicano, observamos una importante concentración de la
propiedad que, de acuerdo con Jensen
(1986) , facilita una mejor supervisión de las actividades de la
empresa por parte de los principales accionistas (familias), con lo que reducen
así el conflicto de agencia.
De esta forma, distinguimos entre dos tipos de mecanismos internos
que la empresa puede utilizar para alinear los intereses de la dirección con
los accionistas: la concentración de propiedad y el pago de dividendos. Se
produce un efecto de sustitución entre ambos mecanismos de tal manera que las
empresas que utilicen la concentración de la propiedad, en familias, por
ejemplo, deberán hacer un menor énfasis en mecanismos como el pago de
dividendos.
Por otra parte, las variables de control, como endeudamiento y flujo
de caja, tienen relación negativa con el pago de dividendos, siendo solo
significativa esta última, por lo que nuestros resultados apuntan a que cuanto
mayor sea el pago de dividendos, menos flujo de efectivo habrá. El tamaño de la
empresa tiene una relación positiva con el pago de dividendos, aunque resulta
ser no significativa. Asimismo, la creación de valor, medida a través de la Q
de Tobin, tiene una relación positiva con el pago de
dividendos, lo cual podría estar relacionado con el mercado mexicano ya que,
debido a la incertidumbre del entorno, es probable que los inversores prefieran
un mayor reparto de dividendos, sin embargo, los resultados no son
significativos 2
2
Analizamos el panel con el fin de determinar si nuestros datos son
estacionarios o no. Para ello utilizamos el Levin-Lin-Chu test y nuestros
resultados mostraron que nuestra serie es estacionaria, por lo que consideramos
que no era necesario realizar pruebas de integración.
.
Las tablas 3 y 4
muestran los resultados obtenidos considerando estructuras de propiedad
diferentes a la familiar, como lo son la propiedad institucional (bancos) y
pequeños bloques de accionistas (blockholders) . En cuanto
a la primera, en el mercado mexicano, después de grupos familiares, los
principales grupos de control dentro de las empresas públicas son las entidades
financieras, por lo que incluimos esta variable con el fin de analizar cuál es
el efecto que sobre la política de dividendos de las empresas tiene la
presencia de accionistas institucionales. Como se puede apreciar en la tabla 3 , nuestros
resultados muestran una relación positiva con el pago de dividendos, con lo que
obtenemos evidencia de que cuanto mayor sea la propiedad en manos de
accionistas institucionales, mayor será el pago de dividendos por parte de
esta. Estos resultados son consistentes con los de Zeckhouser y Pound (1990) ,
que sugieren que los inversores institucionales no supervisan directamente el
funcionamiento de la compañía, pero sí ejercen presión sobre la dirección para
distribuir los flujos de caja disponibles cuando no tienen ningún proyecto que
contribuya con la generación de valor para la compañía. Por otra parte, con
excepción de endeudamiento y creación de valor, el resto de las variables de
control son estadísticamente significativas. Asimismo, la tabla 4 muestra el análisis considerando otro
tipo de estructura de propiedad como son los pequeños bloques de accionistas y
su efecto sobre la política de dividendos. Como se puede apreciar en la tabla,
los resultados no son significativos en nuestras estimaciones, lo cual no es de
sorprender, ya que en México no es habitual que pequeños bloques de
accionistas, conocidos también como blockholders , tengan bloques de acciones significativos que les permitan
influir en la política de dividendos de las empresas.
Conclusiones
Este
trabajo analiza una de las decisiones empresariales más importantes que impacta
de forma directa en el ánimo de todo inversor como lo es la política de
dividendos que asuma la empresa. Por ello, nuestro trabajo se centra en
investigar, bajo el contexto de la teoría de la agencia, los efectos que sobre
la política de dividendos de las empresas mexicanas pudiese tener la estructura
de propiedad como lo es la familiar, la institucional, así como los pequeños
bloques de accionistas o blockholders , mientras controlamos por aspectos como la volatilidad de los
ingresos, el tamaño de la empresa, su valor de mercado, el nivel de
endeudamiento y los flujos de caja disponibles. México es un buen escenario
para investigar esta relación, ya que la estructura de propiedad se caracteriza
por ser altamente concentrada. Para ello, utilizamos una serie de datos de
empresas que cotizan en la Bolsa Mexicana de Valores para un periodo de 8 años
que va desde 2005 a 2013. Los resultados obtenidos muestran que la
concentración de propiedad en familias influye de forma negativa en el pago de
dividendos por parte de la empresa. Sin embargo, la presencia de accionistas
institucionales con porcentajes de propiedad importantes tiene un efecto
significativo y positivo sobre el pago de dividendos. Esto indica que la presencia
de otros grandes accionistas tiene un efecto diferente sobre la política de
pago de dividendos en el entorno mexicano.
Por tanto, la estructura de propiedad juega un papel importante a
la hora de definir la política de dividendos de la empresa, funcionando como
mecanismos de gobierno sustitutos a la hora de aliviar los problemas de
agencia. Es decir, el pago de dividendos se ha utilizado como un mecanismo de
disciplina para controlar el comportamiento de la dirección al reducir los
flujos de caja disponibles a su disposición. Sin embargo, al existir
concentración de propiedad en manos de familias, se alivia este problema, por
lo que el pago de dividendos se reduce a medida que la propiedad familiar se
incrementa. Por otra parte, la propiedad institucional tiene un impacto
positivo con el pago de dividendos, y un aumento en la propiedad de este tipo
de accionistas conduce a un incremento del pago de estos. La razón que
consideramos para ello es que los inversores institucionales tienen menor
injerencia a la hora de supervisar la actuación directiva, están preocupados
por sus inversiones, por lo que prefieren recuperarla a través del pago de
dividendos, lo que a la vez los ayuda a controlar y, por ende, reducir posibles
comportamientos oportunistas por parte de la dirección. En las economías
emergentes como lo es la mexicana, la protección legal con la que cuentan los
inversores es baja, lo que muchas veces lleva a este tipo de inversionistas a
no poder controlar directamente la empresa, además de que en la mayoría de
estas empresas existe un contenido familiar muy fuerte, por lo que la propiedad
de los institucionales si bien es importante, la proporción de propiedad,
comparado con las familias, es menor, por lo que prefieren un mayor pago de
dividendos. De igual forma, es importante mencionar que de acuerdo con nuestros
resultados los accionistas minoritarios no son significativos en el proceso de
pago de dividendos; sería interesante como futura línea de investigación
ampliar el presente trabajo ahondando más en la problemática entre mayoritarios
y minoritarios, así como en el análisis que incluya otro tipo de accionistas
principales como lo pudiese ser el gobierno o las corporaciones extranjeras. Lo
anterior con el fin de analizar si el impacto en el pago de dividendos es
divergente a lo encontrado, o cuestiones como si los aspectos jurídicos tienen
algún efecto o generan algún tipo de variación en los resultados, además de
extender el estudio a otros países emergentes con el fin de ver si hay diferencias
en mercados relativamente parecidos, pero alejados del contexto anglosajón
donde se desarrolla la mayor parte de la investigación sobre el tema.
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La revisión por pares es
responsabilidad de la Universidad Nacional Autónoma de México.
Notas.
1 Véase http://www.bmv.com.mx
2 Analizamos el panel con el
fin de determinar si nuestros datos son estacionarios o no. Para ello
utilizamos el Levin-Lin-Chu test y nuestros resultados
mostraron que nuestra serie es estacionaria, por lo que consideramos que no era
necesario realizar pruebas de integración.
Copyright © 2017 Universidad Nacional Autónoma de México, Facultad
de Contaduría y Administración.
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CONTADURÍA Y ADMINISTRACIÓN, año 70, 2025, es una publicación trimestral editada por la Universidad Nacional Autónoma de México, Colonia Ciudad Universitaria, Delegación Coyoacán, C.P. 04510, México, Ciudad de México, a través de la División de Investigación de la Facultad de Contaduría y Administración - UNAM, Circuito Exterior, s/n, Colonia Ciudad Universitaria, Delegación Coyoacán, C.P. 04510, México, Ciudad de México., Tels. (55) 56 22 84 57, (55) 56 22 84 58 Ext. 144 y (55) 56 22 84 94, http://www.cya.unam.mx, correo electrónico: revista_cya@fca.unam.mx, Editor responsable: José Alberto García Narváez, Reserva de Derechos al Uso Exclusivo No. 04-2016-071316434900-203, otorgada por el Instituto Nacional del Derecho de Autor, ISSN 2448-8410, Responsable de la última actualización de este Número, División de Investigación de la Facultad de Contaduría y Administración-UNAM, José Alberto García Narváez, Circuito Exterior, s/n, Colonia Ciudad Universitaria, Delegación Coyoacán, C.P. 04510, México, Cd., Mx., fecha de última modificación, 29 de enero de 2025.
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